| Descripción |
El elemento principal es un atropomorfo esquemático de 33 cm de longitud, representado de frente, cubierto con un casco de cuernos. Se realiza mediante varios trazos curvos, uno con forma de U invertida que dibuja las extremidades superiores, otro vertical que representa el torso y dos convergentes para las piernas. Pese a su esquematismo es visible la intención de representar los dedos de la manos mediante cuatro trazos incisos muy finos claramente diferenciados del resto. La cabeza se destaca del resto del cuerpo mediante una oquedad. A la izquierda de la figura humana y bajo su mano en posición vertical aparece una espada, en la que se diferencia claramente la hoja pistiliforme, así como la empuñadura con guarda y mango recto y remate mediante un pomo plano y saliente en forma de T. Junto a ella se sitúa otro elemento, posiblemente una lanza en posición vertical, apoyada en un regatón con remate circular aunque se encuentra incompleta por lo que no es posible apreciar su extremo distal. A la derecha de la figura se sitúa un escudo de grandes dimensiones representado mediante tres círculos concéntricos, el más pequeño de ellos contiene en su interior un motivo dibujado, posiblemente una cruz.
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| Clasificación Razonada |
El paralelo más cercano de la pieza lo encontramos en la estela de Aldeanueva de San Bartolomé I (Moraleda y Pacheco, 1998), tanto por cercanía, iconografía, y material empleado. La pieza se encontraba reutilizada en una casa de la localidad, a menos de tres kilómetros de nuestro ejemplar. La disposición de las figuras y los elementos representados son prácticamente idénticos en ambas. Sí parecen existir diferencias en la técnica de ejecución del grabado, aunque este hecho puede ser debido a que la estela de la Estrella no presenta el desgaste apreciable en la otra. Si tenemos en cuenta la similitud en la representación con la estela de Aldeanueva, y consideramos que aquella se encuentra íntegra, se puede estimar que faltaría al menos el extremo superior izquierdo de la pieza donde se trazarían parte del casco de cuernos y el extremo de la lanza, así como la mitad inferior de la misma donde podría haber estado representado el carro y otros elementos .
El ejemplar de estela de guerrero hallado en la Estrella supone una importante elemento para el conocimiento de una época, el Bronce Final, de la que apenas contamos con datos en el occidente toledano, especialmente en cuanto a yacimientos arqueológicos. Hay que tener en cuenta que únicamente se conocen alrededor de 120 ejemplares en toda la Península, 6 de los cuales se encuentran en la provincia de Toledo y 18 en total en Castilla-La Mancha.
-La existencia de afloramientos de piedra similar parece indicar que se sitúa muy cerca de su ubicación original, aunque no se descarta que pueda estar desplazada e incluso reutilizada en época histórica, teniendo en cuenta su aparición en un área delimitada como yacimiento arqueológico de época romana. Esta reutilización es habitual en este tipo de piezas, que a su vez solían aprovechar otros elementos anteriores.
-La ausencia de contexto arqueológico como la mayoría de los hallazgos de este tipo de piezas dificulta atribuirles una funcionalidad clara. Su ubicación responde al esquema similar de aparición de estos objetos, normalmente aisladas, en zonas de paso . En este caso se sitúa junto a la margen derecha del arroyo Anguilucha una zona favorable para el tránsito norte-sur y la comunicación con el Tajo, siguiendo el trazado por donde discurre la carretera CM-4100, siguiendo un corredor entre la Sierra Ancha y el citado curso de agua.
-Se desconoce la existencia de yacimientos del Bronce Final en las cercanías, si bien este hecho se puede deber a la falta de prospecciones intensivas en la zona así como que tal vez el tipo de asentamiento temporal y no permanente dificulte su localización. La estela se suma a un conjunto de evidencias aparecidas en el occidente toledano que indican la penetración de elementos de influencia oriental desde el suroeste, debido posiblemente al establecimiento de los primeros contactos coloniales.
El grupo de estelas toledanas constituye el límite oriental de la distribución de este tipo de piezas en el Valle del Tajo, que Pereira (2008: 194-195) relaciona directamente como una evidencia el interés de determinados grupos e individuos por el control de los vados del río y las vías de comunicación.
En cuanto a las estelas cacereñas, destaca el conjunto situado en el entorno Trujillo situado entre 50 y 90 km al oeste de La Estrella (Torrejón del Rubio, Trujillo, Ibahernando, Zarza de Montanchez o Logrosán).
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